Normalmente tenemos claro cómo queremos decorar nuestro evento. Ya tenemos un estilo personal y queremos que la decoración se adapte a nuestro estilo. Pero también debe adaptarse al tipo de evento, al lugar, a la hora del día que se lleve a cabo e incluso al número y a la clase de invitados que tengamos.
Así que debemos tener en cuenta:
1- Nuestro estilo personal: Siempre debe estar presente, ya que es nuestra esencia. No tendría sentido una decoración súper clásica si nuestro estilo es moderno, ni una decoración rústica si somos sofisticados. No parecería un evento nuestro.
2- El tipo de evento: Las decoraciones en un evento corporativo y en un evento social son totalmente diferentes, Mientras que en un evento corporativo, la decoración tiene que estar en un segundo plano, en un evento social tiene un gran protagonismo.
En un evento corporativo suele ser una decoración más sutil, sin embargo, en un evento social se busca que sea espectacular, ya que los invitados se acordarán de ese evento si la decoración logró sorprenderles.
3- El lugar: Aunque la decoración tiene el poder de transformar espacios, debemos tener en cuenta el lugar en el que se celebra el evento. Si es en un espacio diáfano o por el contrario tiene ya una decoración fijada, si es en exterior o interior, si hay que «tapar» espacios que no queremos que se vean…
4- Horario: Si un evento se celebra durante el día, tendremos que jugar más con una decoración con elementos naturales y/o llamativos. Si se celebra por la noche, nos decantaremos más por la iluminación. La decoración con luces suele ser muy espectacular y vistosa.
5- Invitados: Aunque parezca que no tiene relación, el número de invitados, la edad de los mismos, etc, son factores que determinan la decoración, ya que se podrá utilizar más espacio si son pocos invitados y dependiendo de la edad, puede ser que tengamos que poner más espacios para sentarse u otros factores a tener en cuenta.
