En la era post-pandemia, los eventos han cambiado. Nos hemos acostumbrado a eventos más pequeños, con un menor número de invitados.
Atrás quedan los eventos multitudinarios… bodas de 300 invitados, eventos corporativos con hasta 1000 personas… ahora lo hacemos todo en “petit comité”, como solemos decir. Preferimos que haya menos invitados y poder interactuar con ellos más fácilmente.
La verdad es que la pandemia nos ha cambiado, tanto la manera de relacionarnos como la manera de pensar acerca de cómo celebramos un cumpleaños, una boda o la presentación de nuestro libro. Nos hemos adaptado a las reuniones pequeñas, pero no por ello menos vistosas. El presupuesto que nos gastábamos en los invitados “de más”, lo trasladamos ahora a la decoración, al catering (aumentando la calidad y presentación) o incluso a actuaciones musicales o de otra clase.
El caso es que la falta de invitados se suple con un evento más llamativo y de más calidad.
Está claro que la pandemia nos ha cambiado la vida, pero en algunos aspectos no para peor. Es decisión nuestra volver a las antiguas celebraciones o por el contrario, optar por esta nueva “moda” de los eventos “mini”.
Y si eres de los “privilegiados” que son invitados a un evento, ¡¡enhorabuena!!
Podrás disfrutar de mejor calidad y atención por parte de los anfitriones.
